domingo, 31 de agosto de 2014

AGUAS TURBIAS, MAR MUERTO

AGUAS TURBIAS, MAR MUERTO

Aguas turbias
manejan mi corazón a su antojo,
me sobrecoge el abatimiento
de no querer nadar a contracorriente
por el terrorífico carril del vale todo,
siento como mis músculos
se dejan querer, por el no querer vivir,
me barruntan a mi alrededor luces estroboscópicas
que perfilan mis sentidos
vaciándolos de contenidos,
percibo como un pequeño lazo de seda
que me acaricia el cuello
sea juez y parte de mi absurdo final.

Me falta aire y ganas de sentirme vivo
observo como las gaviotas fenecen y dejan de volar
por el simple dolor de ver
como su nido es asaltado
por simples piratas doctos
que vacían y anulan sentimientos.

Aguas turbias
revueltas de pan y cebolla,
cantos de tristeza
que acunan almas errantes en penitencia,
zombis eclécticos
que dejaron de luchar por sus ideales
cuando sus almas burguesas
se bañaron en las aguas pestilentes del mar muerto
donde habitan los más pérfidos monstruos humanos.

Huracanes, tormentas perfectas
falsedades, estupideces humanas,
desgracias que abaten mi ser,
vivir por vivir, no quiero
morir de rodillas, no deseo,
yin, yang
equilibrio, distancia
luz y penumbras
risas y lágrimas,
me arrepentiré si no soy,
esa gota de agua limpia
que de sentido al entorno de mi vida.

WILFREDO BAIXAULI BOU.- 30/08/2014
RESERVADOS LOS DERECHOS DE AUTOR.





jueves, 21 de agosto de 2014

ALBATROS

ALBATROS

Alas abatidas sin saber porque,
rotas
llenas de jirones,
miles de sueños rotos
transformados en malos versos,
gaviotas que vuelan por desiertos
donde las palabras saben a vinagre
y las metáforas son abismos
donde las animas viven en un mundo
tangencial y sin anhelos de libertad.

Mundos vacios de ilusiones
donde triunfan los ocres,
donde la desesperación se viste de rojo
donde los colibríes liban las flores muertas
de miles de camposantos
donde la muerte y la destrucción
son los idiomas jeroglíficos
que abaten a la humanidad.

Desaliento, desanimo
cantos gregorianos
de miles de corazones rotos,
donde los tonos de grises tiñen
los campos de girasoles y amapolas
haciendo que conjuren su maldito amor
al son de mil tormentas
de malas palabras revestidas de hiel,
que nunca podrán hacer fenecer
el bello batir de los albatros
danzando sobre las olas más bravas
de los océanos vacios de cariño y amor.     

WILFREDO BAIXAULI BOU.-
RESERVADOS LOS DERECHOS DE AUTOR